Pack Gua Sha y Roll on Ónix

El Gua Sha es un masajeador facial que, junto al rodillo de jade, se ha convertido en tendencia de belleza.

El Gua Sha es una piedra en forma de corazón,  de origen oriental.

Su función es la de favorecer el drenaje linfático, y estimular la circulación del músculo. Bien utilizadas, estas herramientas movilizan la linfa y, por lo tanto, disminuyen los volúmenes e inflamaciones, ayudan a eliminar toxinas acumuladas, mejorar la microcirculación y, en general, el aspecto de la piel.

Cómo usar correctamente el Gua Sha

Para disfrutar de todos estos beneficios, hay que aprender a usar correctamente el Gua Sha.

Os explico a continuación el paso a paso, que podéis ver en el vídeo que va a continuación.

• Empezamos vaciando los ganglios que hay en la clavícula y posteriormente llevando la linfa desde el ganglio que hay detrás de la mandíbula hacia los ganglios claviculares.

• El siguiente paso es llevar la linfa de la zona anterior de la mandíbula a la zona posterior para terminar cayendo en el ganglio detrás de la mandíbula.

• La zona central de la cara se trabaja en bloque para llevar la linfa a los ganglios que hay por delante de la oreja.

• Para drenar el párpado inferior tomaremos de referencia la pupila y haremos un movimiento hacia fuera para llevar la linfa a los ganglios preauriculares.

• Para drenar el párpado de arriba, igualmente, un movimiento similar.

• Sin embargo, la parte interna del párpado hay que drenarla en dirección contraria a las agujas del reloj, llevando la linfa de nuevo a la zona preauricular.

• La frente se trata desde la mitad hacia un lado y hacia otro, y llevando la linfa hacia la zona preauricular.

• Posteriormente tenemos que bajar la linfa hacia el ganglio debajo de la mandíbula y luego hacia la clavícula, para ir drenando todo el rostro.

Recordad que el Gua Sha hace un movimiento de arrastre que va a provocar un drenaje muy intenso y profundo para drenar la linfa (líquido transparente que procede de la sangre, circula por los vasos linfáticos y llega a las venas, y tiene la función de ser un intermediario en los cambios nutritivos entre la sangre y los tejidos, y que luego se drena a través del sistema linfático) y las toxinas que podamos tener que desechar.