Colgante de Orgonita con Ónix Negro y Brujita
Este colgante no es solo un accesorio, es un canal de energía, un refugio vibracional que puedes llevar contigo cada día. De forma redonda, como símbolo de ciclos, protección y unidad, guarda en su interior una poderosa combinación de elementos pensados para acompañarte y sostenerte energéticamente.
En el centro se encuentra una piedra de ónix negro, conocida por su capacidad para absorber y transmutar la negatividad. El ónix protege, fortalece y ayuda a mantener la mente clara y centrada, incluso en momentos de caos emocional o mental. Es una piedra que ancla, que da firmeza y te conecta con tu base, recordándote tu poder interno.
Rodeando al ónix, la orgonita actúa como un catalizador de energía. Gracias a la fusión de resina, metales y minerales, transforma las frecuencias densas en vibraciones más limpias y equilibradas. Es una herramienta muy valorada en la protección contra la contaminación energética, ideal para quienes sienten que absorben demasiado del entorno.
Y en medio de todo ello, una pequeña brujita descansa en el corazón del colgante. Representa la conexión con la sabiduría ancestral, la intuición y el poder de crear tu propia realidad. Es un símbolo de libertad espiritual, de conciencia, y de confianza en lo invisible. No es solo decorativa: es una presencia que guía, cuida y potencia.
La cuerda encerada que acompaña el colgante es sencilla, cómoda y duradera. Permite llevar la pieza cerca del pecho, donde se conecta directamente con tu campo energético más sutil, el del corazón.
Este colgante es perfecto para quienes sienten, para quienes perciben más allá de lo físico. Para quienes buscan un objeto bello que, al mismo tiempo, proteja, fortalezca y recuerde quiénes son.
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